Día 3 – Parque Nacional de Tortuguero – 31/07/10

Hoy otra vez madrugón, menos mal que estamos de vacaciones!! El día empieza a las 5:30 de la mañana y tras un rápido cafetito nos subimos a la lancha que nos llevara por los canales de Tortuguero. Los animalitos no entienden de horarios y si quieres verlos lo mejor es madrugar y pillarlos en su máxima actividad. Tras un breve paso por las oficinas del parque, para pagar los 10$ por persona, empezamos el itinerario por los canales.

Pronto aparecen entre los árboles un grupo de monos aulladores junto a un perezoso que a pesar de su nombre estaba muy activo. Al momento se escucha algo parecido a una rana y que acaba siendo el sonido que hacen un par de tucanes en la copa de un inmenso árbol.

El espectáculo es impresionante, nos adentramos por los canales en pleno bosque lluvioso observando la vegetación que es tan densa que parece imposible penetrarla y escuchando el sonido de la jungla de cientos de insectos, pájaros y animales. Y lo mejor de todo es que no parecen tenernos mucho miedo, pero cuando mejor pintaba la mañana nuestra querida amiga la lluvia ha hecho acto de presencia, como si quisiera reclamar su imprescindible papel en este bosque lluvioso. Esto es el trópico, cuando menos te lo esperas llueve, así que chubasquero y a seguir con la excursión.

Sobre las 9:00, regresamos al hotel para desayunar y después nos colocamos las botas de montaña y nos vamos a recorrer un sendero del parque de aproximadamente un par de km. Después de pasar por la caseta de los guardas del parque para registrar nuestra entrada, nos internamos en el bosque muy calladitos y con la esperanza de ver algún animalillo interesante. Y al parecer es nuestro día de suerte, porque al poco de empezar a andar, tras un árbol y medio escondida vemos una serpiente Oropel .Esta serpiente es venenosa pero si no la molestamos prefieren guardarse el veneno para sus presas, las hay de varios colores y según sea su color se especializan en una parte del árbol o suelo.

Seguimos caminando y un grupo de monos araña nos sorprenden con sus ágiles movimientos por las copas de los árboles y hacen que sea casi imposible fotografiarlos. Estos monos se caracterizan por tener los brazos y piernas tan largos como su cola, que utilizan para agarrarse de rama en rama con lo que parece que tengan cinco brazos, lo que les permite moverse mucho más rápido. También pudimos observar monos cariblanco.

Tras la caminata nos fuimos al restaurante Miss Junie donde habíamos encargado el día anterior un plato típico caribeño que lleva 2-3 horas de preparación, el Rondón. Consiste en un guiso de pescado con leche de coco, especias caribeñas, banano, platano, yuca, pan de frutas y algún otro tubérculo que no reconocemos. El plato estaba excelente y después de la caminata nos supo a gloria. Y luego una siestecita de 3 horas para recuperarnos del madrugón y de la falta de sueño que llevamos acumulado.

Tras una cena ligerita en el Budha Bar de Tortuguero regresamos al hotel donde habíamos quedado con Wilfredo para ver las tortugas. Nos toco el mismo turno de la noche anterior (22:00-24:00) y en la misma zona. Y esta vez sí tuvimos suerte y a pesar de que caía una fina lluvia pudimos ver varias fases del proceso en tres tortugas diferentes. Una de ellas estaba en fase de camuflaje que consiste en tapar el agujero después de la puesta y un poco más adelante cavar un hoyo muy profundo con las aletas de delante y así despista a los depredadores, después regresa al mar muy lentamente porque está exhausta por el esfuerzo realizado. La otra hacia un rato que había llegado y estaba preparando el hueco para la puesta, en este caso utilizan las aletas delanteras en forma de pala y van sacando cacitos de arena, este proceso es muy lento y tedioso. En esta fase son muy asustadizas y no nos debemos acercar. Y la tercera tortuga estaba en fase de puesta, con lo que vimos como ponía los huevos de unos 3-4 cm de diámetro. En una puesta ponen de 90 a 150 huevos y una sóla tortuga hace unas 3-4 puestas por temporada.

Ver todo el proceso fue impresionante, y es bonito pensar que todo el esfuerzo que aquí se esta haciendo por la conservación de las tortugas tiene su recompensa, para que turistas, científicos y lugareños, puedan cada uno con sus intereses estar satisfechos. Ya que lo más importante, que son las tortugas, gozan de buena salud y año tras año pueden regresar a estas costas que se están preservando para ellas.