Sobre las 12.30 han llegado nuevos huéspedes, una pareja de Valencia, otra de Madrid y un francés, en realidad son dos chicos de Francia y su pareja es de Madrid. Tras instalarse, suben y nos presentamos, ellos son amigos y acaban de llegar a Costa Rica así que, les pasamos toda la información de lo mejor que nos ha pasado en el viaje.
Pasamos la mañana habando con unos y con otros y cuando nos damos cuenta es la hora de comer. Después de comer quedamos con Juan para que avise a una vecina suya que da masajes. Y dicho y hecho a las 15:30 estamos recibiendo un estupendo masaje con vistas a la selva. Cuando llevas unos cuantos días con la mochila a la espalda, los músculos se van cargando y un buen masaje puede ser la solución.
Tras la sesión de masajes volvemos a reunirnos con el grupo y seguimos con la charla y las cervezas mientras contemplamos el estupendo atardecer que nos regala Corcovado con unos colores celeste y rojo increíbles. Después cenamos con el grupo una estupenda “fideua” que nos preparó Juan y unos chupitos de ron de la tierra que nos sentó muy bien. Y tras la velada nos retiramos que mañana madrugamos para ir a la Isla del Caño a bucear y observar ballenas.
Al final el día ha sido bastante completo, a pesar de la lluvia no nos hemos aburrido y hemos podido disfrutar de la calma y el relax que aquí se respira.
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