Nos levantamos con mucho sueño, pero con muchas ganas de empezar nuestra aventura por Costa Rica, y después de un rico café costarricense, nos disponemos a tomar el transporte que teníamos reservado para llegar al embarcadero de La Pavona (120$), y allí coger un bote hasta el P.N. de Tortuguero. Resulta que el transporte privado lo gestiona un español, muy simpático que se llama
Inti Bossa . El lleva tres años viviendo en Costa Rica y se dedica a esto del turismo a la carta. Las 3 horas largas que dura el viaje las pasamos intercambiando opiniones ya que este chico sabe mucho de costa Rica y eso hay que aprovecharlo, aparte de ser muy agradable y simpático.
Una vez en el embarcadero de la Pavona nos informan que el próximo bote sale dos horas más tarde, pero un señor muy amable se presta a llevarnos por 70$. Después de regatear un rato conseguimos que nos lleve por 60$, que al parecer no esta mal ya que es para nosotros solos y el hombre nos irá enseñando los animales que encontremos por el camino.
Al principio esto de ver animales por el canal nos suena un poco a cuento chino, pero después de un rato navegando ya habíamos visto varios tipos de garzas y garzetas, un par de cocodrilos pequeños y una especie de ratón gigante que al parecer es dificilísimo de ver ya que es un animal nocturno. El bicho se llama Tepezcuintle y si no es porque vamos con el barquero, hoy podría haber sido su último día de vida, ya que según nos cuenta su carne es deliciosa y por la cara que pone al decirlo debe ser verdad. Bueno al final solo fue capturado por nuestra cámara.
La verdad es que el paisaje impresiona, y cuanto mas nos adentramos en el parque más pequeño te sientes ante la vista del bosque lluvioso del P.N. de Tortuguero. Tras 45 minutos en bote llegamos a una lengua de tierra que por un lado esta bañada por el mar Caribe y por el otro lado por la Laguna de Tortuguero.
Esta lengua tiene 22 millas de largo y es donde todos los años llegan, a partir de junio hasta septiembre, miles de tortugas verdes para poner sus huevos justo en la misma franja de playa que un día las vio nacer. Parece increíble pero si todo va bien esta noche nosotros podremos verlo.
Nos alojamos en Casa Marbella (40$/noche) y reservamos con ellos un tour para ver las tortugas por la noche (20$/persona) y otro para mañana para visitar los canales del parque (20$/persona). Comimos un rico pollo con salsa caribeña en el restaurante Miss Miriam (muy recomendable) y descansamos un rato ya que el jet lag nos pasa factura.
Para cenar nos recomendaron otro restaurante Miss Junie donde probamos el pescado del Caribe y tras la cena teníamos el tour de las tortugas. Nos había tocado el segundo turno de 22:00 a 24:00 porque hacen un sorteo entre todos los ojeadores (guías) y sus grupos de turistas para molestar a las tortugas lo menos posible. La puesta de la tortuga tiene 8 pasos y sólo nos dejan ver del 3 al 5 cuando la tortuga ha hecho ya el agujero y se encuentra en “trance” con la puesta y siempre acercándonos por detrás en grupos pequeños. Nada más salir del embarcadero empezó a llover bastante fuerte y se mantuvo así hasta la vuelta. Nos refugiamos de la lluvia en la caseta de la pista de aterrizaje del aeropuerto y sólo nos acercamos a la playa unos 15 minutos que paro de llover donde pudimos ver una tortuga que se marchaba tras hacer el agujero pero sin hacer la puesta y otra que arribaba a la playa. Nuestro guía Wilfredo nos promete que mañana nos trae de vuelta para poder ver más tortugas así que aceptamos marcharnos porque vamos calados hasta los huesos y mañana a las 05:30 hemos quedado para el tour por los canales.
Como no nos dejan hacer fotos a las tortugas mientras están con la puesta os dejamos una del rastro que dejan en la playa.
